sábado, 17 de abril de 2010

INTRODUCCIÓN: “HONDURAS, DAVID DE AMÉRICA”

“Y metiendo David su mano en la bolsa, tomo de allí una piedrita y la tiro con la honda e hirió a Goliat el filisteo, en la frente” Samuel 17:49
“Así venció David al filisteo Goliat sin tener David espada en mano” Samuel 17:50

El 28 de Junio de 2009, el Hemisferio completo despertó con la noticia del desenlace de la crisis político institucional en Honduras. Los titulares de los medios de comunicación se referían a “un golpe militar”, el Presidente Constitucional de Honduras Manuel Zelaya había sido depuesto.

Roberto Micheletti, presidente del Congreso Hondureño, había asumido el mando como Presidente Interino conforme a lo establecido en la Constitución de Honduras en lo que respecta a estos casos.

América de Norte a Sur condenaría oficialmente la acción de las Fuerzas Armadas Hondureñas a pesar de conocer la larga cadena de sucesos que venían conmocionando al país desde que Zelaya se adhiriera al grupo de presidentes que conforman el bloque del ALBA, comandado por Hugo Chávez con el respaldo de los Castro, además claramente identificados con el Foro de Sao Paulo.
La alianza que había comenzado con la adhesión de Honduras como país beneficiario del combustible barato dado por Petro Caribe a los países centroamericanos y del Caribe, había desembocado en el seguimiento por parte de Zelaya de la estrategia diseñada por el Foro de Sao Paulo con el fin de lograr para sus miembros la permanencia en el poder por tiempo indefinido. Esta estrategia consiste en proponer una consulta con el fin de convocar a una Asamblea Constituyente que cambie la base legal del estado, la estructura económica – social, la educación, el control de los medios de comunicación, el sistema electoral. Para lograr cambios tan faraónicos es imprescindible la permanencia en el poder, por lo tanto un objetivo prioritario es la reelección indefinida a fin de darle un cariz democrático precisamente a todo aquello que es contrario a la democracia.
Honduras un país que hasta hace 30 años había estado plagado de dictaduras y golpes de estado, logra en 1982 tener una Carta Magna en la que queda expresamente prohibida la reelección presidencial cuando en su Artículo 239 establece: “el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo NO podrá ser Presidente o designado”, y de manera mas contundente en su artículo 4 en donde expone que “ la alternatividad en el ejercicio de la Presidencia es obligatoria y la infracción a esta norma constituye un delito de traición a la Patria”.
A fin de crear las condiciones que le permitieran a Zelaya realizar una “consulta popular”, sobre la inclusión de la reelección indefinida. era necesario desatar una crisis. Es por esta razón que el entonces primer mandatario retuvo el presupuesto desde Septiembre 2008 sin enviarlo al Congreso para su aprobación, lo cual impedía el pago a los empleados públicos, el dinero para hospitales, escuelas, universidades, etc., creándose de esa forma un clima de tensión. Hay que agregar que al igual que en la mayoría de los países de la región las desigualdades sociales son marcadas, la violencia se ha adueñado de las barriadas en las ciudades, en las cuales el índice de asesinatos es elevado, a esto se aúna el desempleo, la desnutrición y el narcotráfico, asociado lamentablemente a Colombia y Venezuela, el cual de acuerdo con información publicada en los medios de comunicación ha transformado a Honduras en un corredor de salida de cocaína, mejor conocida como “oro blanco”, hacia USA y Europa. La opinión de los hondureños es que Zelaya estaba transformando al país en un narco Estado.
Zelaya decía que “No lo dejaban gobernar” y que necesitaba más tiempo para hacerlo. Propone entonces una consulta popular irrita, que califica de no vinculante, para agregar una cuarta urna en el proceso electoral general a llevarse a cabo el 29 de Noviembre de 2009, en la que se pediría expresar acuerdo o desacuerdo con la reelección indefinida
La reacción de los poderes públicos fue tajante calificando la consulta como inconstitucional e ilegal. En el mes de marzo del 2009 el Fiscal General del Estado, Luis Alberto Rubí declara la iniciativa como” ilegal, inconstitucional y fáctica” advirtiendo que prestarse a tal iniciativa generaría responsabilidades penales y civiles y como lo enuncia la Constitución el delito de traición a la Patria. En esa misma línea se pronunciaron el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia el Congreso de la República.
Zelaya decide ignorar los fallos de las instituciones hondureñas, en las cuales la independencia de los poderes característica esencial de la democracia funciona tal y como debe ser y sigue adelante con el proyecto. Aviones venezolanos llegan al país cargando con material para esa consulta, que no estaba controlada por el Tribunal Supremo Electoral como correspondería en estos procesos, tampoco había un padrón electoral, lo cual permitía a una misma persona votar en diferentes localidades ya que no habría control alguno. A todo esto se sumaba una presencia manifiesta de “asesores” cubanos, venezolanos y nicaragüenses, además de los ciudadanos de nacionalidad venezolana que estaban entrando por las fronteras para “participar” en el proceso. La gente rechazaba lo que consideraba como una intromisión extranjera en los asuntos internos del país.
El 24 de Junio del 2009, Zelaya destituye al Jefe de Estado Mayor, Romeo Vázquez Velásquez por negarse a distribuir el material lo que generó que el Ministro de Defensa y los Jefes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas de Honduras renunciaran pero de inmediato, la Corte Suprema de Justicia ordenó que el General permaneciese en su cargo.
El 28 de Junio, los militares deciden actuar de acuerdo con lo establecido en la Constitución, que es clara al establecer como obligación su defensa por parte de las Fuerzas Armadas. Militares se dirigen a la residencia presidencial, sacan a Zelaya de modo inconveniente y lo llevan en un vuelo a Costa Rica. Una salida que estaba basada en preceptos constitucionales se vio mal interpretada a conveniencia y deformada por este último hecho.
Los países del ALBA y del Grupo de Río realizaron una reunión de emergencia en Managua. José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, en vez de llamar a una sesión extraordinaria de ese organismo, se unió a este grupo, conformado por quienes sin moral alguna debido a su historial de golpes de estado, violaciones a los derechos humanos e intervenciones, procedieron a condenar y a desatar una campaña de desinformación a nivel internacional, para pedir la expulsión de Honduras de la Organización de Estados Americanos (OEA) , de la ONU, y demás organismos internacionales, si Zelaya, (violador de la constitución de su país), no era reinstalado en la presidencia en 72 horas, lo cual logran dejando en evidencia una conveniente parcialidad por parte de todos esos organismos..
Durante los días subsiguientes se produjeron reacciones a favor y en contra de cada uno de los adversarios, dejando al descubierto que:
1- Zelaya al ver el éxito que la aplicación de fórmulas políticas de reformas y referenda le dieron al Presidente de Venezuela la opción de reelección indefinida, propuso llevar a cabo una consulta popular irrita, para convocar a una asamblea constituyente y cambiar la Constitución a fin de lograr la inclusión de tales fórmulas para su beneficio personal, ignorando la historia de dictaduras vivida por la nación hondureña, que fue el motivo por el cual al redactar la Constitución de 1982, los legisladores tomaron las previsiones que garantizaran la democracia en Honduras.
2- El Congreso, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría, Fiscalía, Tribunal Supremo Electoral actuando de acuerdo con lo establecido en la Constitución Hondureña fallaron en contra de la propuesta del entonces Presidente Zelaya, de llevar a cabo, primero una consulta popular inconstitucional y fraudulenta cuyos fines ulteriores eran; primero convocar a una asamblea constituyente, para cambiar la Constitución a fin de permitir la reelección indefinida expresamente prohibida en el Artículo 329 de la actual Carta Magna, de modo de hacer “legal”, algo que es ilegítimo y también contrario a los intereses de la nación. Segundo ir a un proceso electoral igualmente fraudulento, con intervención de “asesores” cubanos, venezolanos y nicaragüenses para implantar en el país una dictadura “constitucionalmente” establecida, volviendo así a un pasado que Honduras creía superado..
3- Zelaya al ignorar los fallos de las instituciones representativas de los otros poderes que conforman el estado estaba cometiendo un abuso de poder y actuando inconstitucionalmente, con el fin de alcanzar su objetivo personal de permanecer en la presidencia del país en forma indefinida, para luego imponerle a la nación como forma de vida un proyecto continental contrario a sus interese, erradicando toda posibilidad de libre expresión sobre aceptación o rechazo por parte del pueblo hondureño..
4- Zelaya, para facilitar y acelerar la consecución de su objetivo personal permitió la intromisión de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua en los asuntos internos de su país, bajo la figura de “asesores” y “activistas”.. También se apropió de los recursos de la nación y provocó la crisis que llevó a la sustitución legal y legítima de su gobierno.
5- El pueblo hondureño expresó a través de sus organizaciones su preocupación por la creciente asociación que el gobierno de Zelaya había establecido con el narcotráfico que estaba transformando al país en un narco estado y denunciaba la presencia de ciudadanos venezolanos, nicaragüenses y cubanos interviniendo en los asuntos internos del país y en manifestaciones populares. Además existía la amenaza de desestabilización que conllevara a un enfrentamiento armado
6- En consecuencia el Congreso y la Corte Suprema de Justicia cumpliendo con las responsabilidades inherentes legalmente establecidas en la Constitución le exigieron a las Fuerzas Armadas Hondureñas cumplir a su vez con el mandato constitucional. Una vez cumplido el mandato, las Fuerzas Armadas continuaron al cumplimiento de sus responsabilidades, sin intervenir en el gobierno interino de Honduras. Por parte de quienes extrañaron a Zelaya del país hubo un error de forma al sacar al entonces presidente en piyamas, sin embargo es de hacer notar que le dio tiempo de tomar una tarjeta de crédito y llevársela consigo, con la cual luego incurrir
7- La parcialidad del Secretario General de la Organización de Estados Americanos se hizo evidente cuando una vez desencadenada la crisis hondureña, no llama a una sesión extraordinaria del organismo hemisférico, sino que vuela directamente a Managua a reunirse con los integrantes del ALBA y el Grupo de Río. Desde ese foro, se mueve a toda la comunidad internacional, que aprovechandose de un error de forma, procede a catalogar y condenar la acción constitucional del Gobierno Interino de Honduras como un golpe de estado y exige la restitución inmediata de Zelaya en la presidencia, sin tomar en cuenta que la crisis fue provocada ex profeso, ni la opinión de la nación hondureña, ni que quienes desataron la tormenta carecen de solvencia moral en lo que a democracia y respeto a los derechos humanos se refiere, ni a la evidente intervención en los asuntos internos de Honduras por parte de otros gobiernos, como lo eran la amenaza de una intervención militar para obligar a la nación hondureña a aceptar de regreso al país a un presidente que violó la Constitución.
8- En Asamblea Extraordinaria de la OEA convocada después de la reunión de Managua se le da a Honduras un plazo de 72 horas para restituir a Zelaya en el poder, advirtiéndole que de no hacerlo el país sería expulsado como miembro de ese organismo. El gobierno de Honduras permanece incólume, manteniendo su posición sobre la base de la legalidad y constitucionalidad de las acciones tomadas y procede a retirar a Honduras de la OEA..
9- Unos días más tarde la Secretaria de Estado de USA, Sra. Hillary Clinton declaró “Lo que sucedió en Honduras es otra cosa”. Las evidentes incapacidad y parcialidad de Insulza para manejar la crisis, la intervención de los gobiernos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador en los asuntos internos de Honduras por una parte y por la otra la actitud asumida por el gobierno interino de Honduras, basada en preceptos constitucionales, llevó a la Secretaria de Estado de USA a intervenir, solicitándole la mediación de Oscar Arias, Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987.
10- Oscar Arias inicia un proceso de mediación. Que pasó por varias etapas en las que se produjeron dos propuestas para la solución de la crisis,. Zelaya entra en Honduras bajo la cobertura de Brasil y Venezuela, lo cual constituyó una intervención en asuntos internos de Honduras. La “congelación” de la Mediación de Arias, lleva a Micheletti a proponer el Diálogo de Guaymuras, que termina en una propuesta llamada Acuerdo Tegucigalpa/ San José. Las acciones fueron rodando en el tiempo hasta llegar al proceso electoral del 29 de Noviembre, 2009 en donde el pueblo hondureño eligió como nuevo Presidente a Porfirio Lobo.
Nadie desea un conflicto armado, ni es justo condenar a un pueblo a morir de hambre, como medida de presión para que ceda en un asunto que es punto de honor para los hondureños como lo es la violación a la Constitución del país; especialmente cuando Cuba, ha sido aceptada de regreso en la OEA, aún siendo un país agresor, y la misma comunidad internacional que quiere condenar a Honduras actualmente , ha condenado el embargo al que fue sometida Cuba por la OEA en los años 60.
Martha Alvarado, quien fuera Vicecanciller describió la valentía del pueblo Hondureño al decir con contundencia que “Era preferible pagar siete meses el precio de estar fuera de derecho que vivir 10 años de agonías y desmanes como el pueblo Venezolano. Honduras dijo: ¡Fuera Chávez!, abajo el socialismo del Siglo XXI, vivamos en la tranquilidad de una democracia renovada producto de un pueblo con dignidad
Sobre esta base, Honduras: David de América busca analizar los hechos, la legalidad y la repercusión que tiene en el Continente Americano lo acontecido en Honduras en donde, al parecer la defensa de la democracia y sus principios constitucionales dieron motivo a la condena internacional, sin tomar en cuenta las consuetudinarias violaciones de Manuel Zelaya a su ordenamiento jurídico del cual él debió haber sido el primer garante, todo lo contrario sus acciones destinadas al logro de sus objetivos personales sobre los de la nación, permitiendo la intervención de otros gobiernos en los asuntos internos de Honduras, constituyó un atentado contra la soberanía del país, lo cual pudo haberse considerado como delito de traición a la patria. .
Los hechos acaecidos en Honduras también colocaron en tela de juicio la eficacia de Organizamos Internacionales como la OEA, y de su Secretario General José Miguel Insulza.


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